martes, 8 de septiembre de 2015

Pulitzer Vs. Hearst

En la esquina derecha del ring, el húngaro  miope y asmático, dueño del New York Journal... ¡JOSEPH PULITZER!... y en la esquina izquierda, la media naranja de la actriz hollywoodense Marion Davies, el famoso, el aclamado, el millonario ¡WILLIAM HEARST! ¿Cuál será el resultado de está pelea de gigantes? ¿Quién será coronado como el mayor expositor de la prensa amarilla?

Para aquellos no familiarizados con estos gigantes de la prensa, ambos Pulitzer y Hearst son los responsables de la creación de la prensa amarilla (si como yo hace unos dias, no estas seguro de qué es prensa amarilla: titulares sensacionalistas rara vez basados en hechos reales). Se les acredita a estos magnates de la prensa, editores y dueños de diferentes periódicos del siglo XIX, la explosión de la guerra Española por la independencia de Cuba y el papel que los Estados Unidos tuvo en esta. Dicho sea de paso, esta guerra en un inicio no existió.



Aguanta tu carro: "ORIGENES"
Antes de entrar a la pelea, revisemos las estadísticas de los peleadores. Ambos Pulitzer y Hearst nacieron en familias privilegiadas con grandes sumas de dinero. Pulitzer en Hungría (1847), y Hearst en California, U.S.A (1863).

Pulitzer emigró a Estados Unidos después de ser rechazado por el ejército de su país natal por tener problemas de vista y un estado físico, en general, un poco delicado (de ahí lo miope y asmático). Logró cumplir su sueño de G.I. Joe cuando fue aceptado por el ejército estadounidense y peleó por su nuevo país en la Guerra Civil. De regreso a la vida normal, vivió por un tiempo en Missouri, estado en el que inició su carrera de reportero al enviar un artículo al Westliche Post. Poco después iniciaría su carrera política para la Asamblea del estado de Missouri.

En 1872 compró el Wesliche Post y lo fusionó con el St. Louis Dispatch, varios años más tarde nace el New York World: el origen de la prensa amarilla. Sus titulares, condimentados con signos de exclamación e interrogación, surgieron en el momento justo. La gente necesitaba algo en que distraerse y Pulitzer aprovechó esta oportunidad. Sus titulares y notas periodísticas incluso le causaron una que otra demanda de difamación.

Hearst, personaje del cual se basó la película "Citizen Kane",  recibió de su padre un diario ganado en una apuesta. En él, Hearst empezó con la publicación de titulares amarillistas, al igual que Pulitzer. Siguiendo los pasos de G.I Joe intentó iniciarse en la política pero sus intentos fallaron y eventualmente decidió retirarse.

Hasta ahora nuestros personajes tienen cada uno su diario amarillista. Son grandes editores con visión de empresario y, como todo empresario, quieren más. 

La competencia entre estos dos editores quizá estalla cuando Hearst contrata al caricaturista estrella de Pulitzer, la razón por la cual la prensa amarilla se llama amarilla... The Yellow Kid.




Pulitzer no se quedó atrás y continuó publicando las caricaturas de The Yellow Kid. Por este motivo también se les conoce a Pulitzer y Hearst como los primeros impulsadores de tiras cómicas en periódicos al ver el potencial y el atractivo que estas tenían en el público.


La explosión de una nave americana en el territorio marino Cubano en 1898 fue la perfecta oportunidad para vender titulares. Ambos Hearst y Pulitzer aprovecharon el accidente para alimentar al público de terror y eventualmente sus titulares lograron que los Estados Unidos se involucrara en la guerra. 

Se dice que Hearst mandó a un ilustrador pulpín a cuba para regresar con imágenes de la guerra, y que este ilustrador pulpín regresó con las noticias de que no había ninguna guerra. A esta declaración Hearst contestó "Tu encárgate de la ilustración, yo me encargo de la guerra".

PUNTOS A TOMAR EN CUENTA
Inicialmente, la fama de Pulitzer de sensacionalista y su involucramiento en algunos escándalos evitaron que los premios Pulitzer sean los premios Pulitzer. No fue hasta que el director de la universidad Columbia cambiara, que se aceptó la gran donación de Pulitzer y se creó la Escuela de Periodismo de Columbia y los premios Pulitzer.

Así como Pulitzer tuvo algunos problemas de reputación, Hearst los tuvo también. Se le conoce por sus extravagantes costumbres, como ordenar que se envíe todo un edificio, piedra por piedra, a su lugar de origen, coleccionar piezas de arte, e incluso por las acusaciones de haber tratado de dispararle a Charles Chaplin por pasarse de mano con Miss Marion Davies. 








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